jueves, 13 de septiembre de 2007

POEMA A MARGARITA DE BAYLE

A MARGARITA DEBAYLE
(Ruebn Dario)

Margarita está linda la mar,
y el viento, lleva esencia sutil de azahar;
yo siento en el alma una alondra cantar;
tu acento: Margarita, te voy a contar un cuento:

Esto era un rey que tenía un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita, un gran manto de tisú,
y una gentil princesita, tan bonita,
Margarita, tan bonita, como tú.

Una tarde, la princesa vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla decorar un prendedor,
con un verso y una perla y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas, cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba, por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: —«¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé; y
¿qué tienes en el pecho que encendido se te ve?».
La princesa no mentía. Y así, dijo la verdad: —

«Fui a cortar la estrella mía a la azul inmensidad».
Y el rey clama: —«
¿No te he dicho que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...

El Señor se va a enojar». Y ella dice: —«
No hubo intento; yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado: —«

Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado vas ahora a devolver».
La princesa se entristece por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: —«En mis campiñas esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí».

Viste el rey pompas brillantes, y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar.
La princesita está bella, pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella, verso, perla, pluma y flor. * * *

Margarita, está linda la mar,
y el viento lleva esencia sutil de azahar: tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar un cuento. [

Bahía de Corinto (Nicaragua)Isla del Cardón, marzo 20 de 1908]